La toma de muestras debe realizarse después de la recolección y siempre antes de efectuar un abonado o enmienda, eliminando restos vegetales de la parte superior del suelo.
Se dividirá la superficie a analizar en parcelas aparentemente uniformes por su aspecto (color, vegetación, etc.). De cada parcela se sacará una muestra, siempre que su superficie sea de tal tamaño y naturaleza que pueda ser fertilizada separadamente. |
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Una muestra de tierra se forma mezclando homogéneamente varias porciones de tierra (10 ó 12 como mínimo) sacadas de diferentes partes de la parcela. |
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La profundidad a la que ha de tomarse la muestra variará según el cultivo a fertilizar: | |
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Praderas o cultivos de no laboreo: Desde la superficie a 15 cm. Cultivos herbáceos: Desde la superficie hasta 25-30 cm. Cultivos leñosos: Desde la superficie hasta 40 cm. Nuevas plantaciones: Se tomará dos muestras a diferentes profundidades; una hasta 30 cm (suelo) y otra de 30 – 60 cm (subsuelo). |